
En PLANETA LITERARIO, una vez más nos complacemos en presentar a David Vega desde Panamá, quién sostiene: “Soy alma vestida de carne, escritor, músico, cantante, compositor, feliz, reconociéndome cada día más”.
Como bien sabemos David es todo un artista de la pluma y del intelecto. David a continuación nos demuestra lo grande que es como CANTAUTOR, gusta de escribir y componer sobre la vida, el interior, las situaciones, ver las cosas en positivo, y por supuesto también escribir sobre el amor, el dolor, la amistad. Así mismo nos manifiesta: “Soy consciente de una única fuente creador, y que todos somos parte de ella, por esto considero a todos por igual, ni más ni menos, que existe un antes y un después, y que vivimos hoy para aprender”.
A continuación algunas de sus obras, como cantautor y otras, todas con derechos reservados.
Cuando quedan cortas las palabras.
Cuando un sueño se hace “el hoy”, tirando las cadenas y las sombras, y aparecen todas las sonrisas dulces, esa mirada que atraviesa el aire hasta besarte como una caricia, no llegan todas las frases, ni cerca, para describir tu cielo iluminado. Cuando hay paz desde la esencia, brotando como agua que limpia, como un tesoro más allá del oro, dejando los gritos duros tan lejos que no logren tocar ningún camino, no pueden los versos transmitir, el gozo que nace infinito adentro. Cuando la felicidad despierta contigo emocionando cada paso que habites, mostrando tus huellas como pétalos de flores con aroma de tu verdad, armada sólo de alegría y motivos, se quedan pequeños los poemas, ante un corazón que sonríe a gritos. Cuando el amor brilla en tu día, más profundo que todos los besos, más allá de dos cuerpos unificados, explorando las luces ya eternas, y asumiendo victorias sin luchas, no logran mostrar los escritos la armonía de las voces del alma. Cuando los milagros son lo cotidiano, y te sorprendes con cada mañana, con cada roce de otra mirada, y descubres mensajes antes de tu piel, guiando la miel sobre cualquier lágrima, se alejan las rimas de mostrar la magia de tanta gratitud surgida de tu boca. Cuando quedan cortas las palabras, he allí el paraíso despierto, el canto más fuerte de mi ventana, he allí todos los verbos atentos de llenar cada nota y cada palabra, con algo más que su propio símbolo, con la canción de mi destino eterno. “Por mis caminos”. Panamá, 2017.![]()
Ayúdame.
Ayúdame, a caminar la luz que soy, a convertir lágrimas en besos, tropiezos en saltos benditos en la ruta que transito mientras me hago más puro. Ayúdame, a devolver golpes con caricias, odio con miel arropada de ternura, permitir que quien me nuble encuentre en mí un cielo despojado de rencores vacíos. Ayúdame, a verme en las estrellas, a descubrirme brillando adentro, soltando aquello ajeno y oscuro, abriendo espacios a mi universo donde viva la sonrisa en cada paso. Ayúdame, a permitir que cada día me sorprenda con una mirada que ame y respire con pensamientos eternos y verdes con aromas tan gratos que inunden mi alma como si naciera cada vez más alto. Ayúdame, regalándome un abrazo franco ese hola que alegre una mañana el perdón que libere mi ansiedad esa risa que me toque el corazón ese Dios que habita en tu carne que llegue para llenarme de amor. “Por mis caminos”. Panamá, 2017.

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