
En PLANETA LITERARIO nuestro invitado de hoy es un escritor prolífico y fuera de serie: SENEN GONZALEZ VELEZ. Quien se pasea por donde quiere con sus letras y es capaz de llevarnos por todos los caminos y hasta encandilarnos con sus contenidos. Como persona es un ser muy agradable y todo un libro para escudriñar y aprender a aprender a su lado.
Abogado, ex juez de la República de su amada Colombia, ex Director de Inteligencia del Estado, Contralor. Asi mismo, Profesor universitario de Psicología y Filosofía. ex- Director Decano de la Facultad de Administración de Turismo de una prestigiosa universidad de su país y empresario. Columnista y Editorialista de prestigiosos medios de prensa colombianos, Director de Medios de Prensa. Tremendo cartel y como escritor pues lleva varios libros escritos con títulos tan sugerentes o suigeneris como: Catarsis, Habemos chenco, La toga del diablo, .El fruto mistico de mi poesia (en preparación), La opulencia y la miseria, LOS CORRUPTOS (aún no publicado) y los que faltan…
Así mismo este gran escritor tuvo a bien compartir con nosotros algo que creo lo pinta de cuerpo entero, cuando se le pregunto por su hoja de vida, dijo: «Lo mas relevante de mi hoja de vida, es mi familia compuesta por mis siete hijos y once nietos y los que faltan…. Todos ellos, me han enseñado lo poco que se de la vida y la vida me ha permitido saber y disfrutar lo bello del amor de ser padre y abuelo, un titulo que deberían darle un valor tan importante, como el que siento que a mi me han dado. Ese título y esa condición, es el mejor corresponsal para representar la decencia, la prudencia, el carácter, la justicia, la equidad, el equilibrio y el amor. Ahí incluyo a mis amigos, a los animales y la natura, esa que esta ofendida por nosotros. Si lo anotado no basta, y es necesario recurrir a los títulos efímeros, con mucho gusto los relaciono».
A continuación una muestras de sus obras todas con derechos reservados.
LAS QUIJOTADAS (Cuento) Del Quijote de La Hidalga
En un lugar de la mancha, que ni en sueños tiene parecido al creado por el ilustre Cervantes, llego un buen día a la ciudad empedrada, un forastero de flaca figura, feo, ojeroso y de muy mal de semblante. Además de imprudente, retrechero y petulante. ¡Vestía poco elegante, no tan similar a un pordiosero, pero…eso sí, de verbo incongruente, grosero y fusilante, que fue recibido con aplausos y festejos, que, hasta los perros, que vivían callados, ese día ladraron, tanto los de cerca, como los que poblaban lejos!
Había llegado el ilustre sujeto como redentor, eso decían algunos, otros aseguraban que se trataba de uno más, que habían importado los coleccionistas de la historia, para llevarlos al museo como el muestrario de ilustres filibusteros.
Aquella ciudad colonial, romántica y muy bella, fuente de inspiración para componer canciones y versos, siempre alumbrada por faroles, con luces de esperanza y bendecida por el Santo Claver protector de los esclavos negros, lucia vencida, cómoda y resignada como en zapatos viejos.. ¡La ciudad era azotada por piratas modernos, jóvenes y viejos! Vestían algunos de guayabera, o… saco y corbata, también de corbatín de colores, y de amarillo bermejo. Eran tan crueles y avivatos, corruptos y desalmados, que asaltaron las arcas de la ciudad, dejando a los pobres más pobres, y a ciertos ricos ostentadores y altaneros. Utilizaron las murallas de fortín. Se pasaron por la faja alegremente la tradición y la historia, y de ñapa, se la pusieron de postín.
Asociados al mal, llegaron turistas extranjeros, con alma y arquitectura de cangrejos, para meterse en hoyos raros, que, por el alboroto, venían volando o navegando desde muy lejos, para gastar todo el dinero y dejarnos de regalo, ¡los microbios silenciosos de la infiel promiscuidad! La ciudad, estaba a punto de ser una risueña celestina para el estímulo de un tropical putiadero, bendecido por el diablo, brujas o santeros, que trajo en campaña otro rosto siniestro. Desde la madame con cuerpo de contrabajo, y con su atractivo bajo, de función rítmica y melódica, comenzó con su quinteto el relajo, que sirvió de atractivo al panadero, que hizo bolillos y empanadas, incitando al placer, elaborados en polvo de harina, y bien horneados, en honor a los dos sexos, y a disposición solo para mayores, o los impotentes viejos.-
Era tan enrarecido el ambiente, y la molestia colectiva era tal, que, a las vendedoras de sexo, bellamente maquilladas, se les veía en la frente y a leguas, la puteria pintada; que para las rezanderas, era, menos mal.. Aseguraban los bogas y pescadores, que, hasta las olas del caribe mar y tropical, enroscaban el maldito mal que azotaba la ciudad, asfixiándolo en el rollo de sus olas, y que a la orilla iban a parar, revueltas con las algas putrefactas que motivan tanto gaviotas, como moscas azules, violetas y coloradas, atraídas por los olores fetidos del mar de allá, y de tierra acá, como salidos del mismo costal.
Ellos decían: estamos mal, muy mal.! La mar esta rabiosa, por toda la escoria de sinvergüenzas que aquí se vienen a bañar y que lo contaminan de tanto vicio, que cualquier oficio que uno tenga, lo miran mal. – Los barrios pobres, de hambre morirán y ahora, de repente apareció el Corona Virus, al momento de fenecer lo más bello del año: los tiempos de navidad, ese fue el regalo que los chinos nos mandaron, a los pobres y ricos del caribe colombiano, justamente, en una mañana, ante un precioso amanecer, de esos hermosos, que nos sustraen de todo mal. Nos sorprendió en familia y a otros en parejas, sentados a la orilla de la plateada arena, con un buen vino en copa y mano, otros les toco remar o navegar a vela, en busca del pez para a su familia alimentar.
Mientras muchos niños no durmieron pensando en un bocado de comida, que, con suspiros de hambre, pudieron esperar, los pudientes, esperaron tranquilos y relajados, para ver salir ese inmenso circulo macizo color naranja, de nombre femenino sol, que allá en la hidalga es un verdadero espectáculo, por sus acuarelas de colores, que como vista, ni en pintura, ni en sueños, ni retratos jamás será igual..
Parecía ver el inmenso sol, salir en su alegre despertar, todo adormecido de las profundidades del inmenso océano, aun tembloroso como venido de un romántico guayabo en una noche de farra, o parranda vallenata, movido por las sonoras cuerdas de una guitarra para serenata. Así imaginaba ese astro, al verlo lentamente danzando al compás de sus cadenciosos tiempos en busca de su pleno despertar. Veía aún más lejos, a distancias infinitas, pasearse la luna con luz débil, cómplice poniente, que se ocultaba coqueta entre las motas de algodón de las espesas nubes, para iniciar sus sueños de dia. El majestuoso sol naciente, honraba con su luz y calor el espíritu del caribe, pasión tropical. Así con ese bello escenario, nos llegó de sorpresas el maldito, y repito mil veces maldito, «Corona Virus» convertido en pandemia, ese que nos mandaron como regalo de inicio del año 2020., unos chinitos, todos iguales, igualitos, con cara de santos, a quien es imposible señalar y culpar, por lo que hoy, el mundo dice: todos son culpables. Pero no: ¡eran solo una caterva de malosos, que desde su laboratorio tenebroso, crearon ese vicho invisible y fatal, que desde un punto cardinal, con visión y misión político y económico e intercontinental, miraron a la izquierda, apuntado hacia el norte y llevo el golpe, el polo sur americano de colateral. ¡Se hicieron los pendejos! Les hicieron ese este pavoroso mal a la humanidad, de la que no escapó la Europa bella, ¡meridional y ni central!
Tendremos algún día que despertar y ver la terrible realidad. Todos hoy estamos en el mismo pie de igualdad, que entre pobres y ricos, juntos y de la mano, si es que vivos quedamos, tendremos que la vida comenzar. Pero… aquel ilustre forastero, que nos llegó de redentor, no fue ni malo, ni mejor, ni muchos menos bueno, aun cuando dicen las malas lenguas que vino desde muy lejos, a fumarse un puro habanero, o que se yo otra materia, cosa, o vaina para inspirar. La historia dirá: Por ahí paso el hidalgo, con su caballo cochero, y una recua de perros flacos y viejos, que de quijote como llego, de tanto comer, en Sancho se convirtió. Mayo 16 de 2020. Sengove.-
LA CODICIA EN TIEMPOS DE PANDEMIA.
La naturaleza humana definitivamente es incomprensible. Es algo así, como un depredador, cuyas garras y deseos de destrucción están incrustados en la mente, como un objetivo o norma de vida, que se convierte en obsesiva, y se activa como el hambre y el deseo de comer en los felinos. De ahí tanto corrupto y sinvergüenza que hay en este mundo. Pero lo mas curioso es que, en donde más se ven esos fenómenos absurdos con mas frecuencia, es en la dirigencia de la clase política, no en todos, claro está. No se libran del señalamiento, el sector privado, que se contagió hace rato, especialmente el bancario que disfruta de las usuras y de pasarse por la faja las ordenes del gobierno, sobre todo en estos tiempos, en que el ciudadano, el micro empresario y la economía informal queda débil. Lo triste es que, todos esos aprovechados, ven en los desastres naturales y las pandemias, como la que hoy padecemos, como la mejor ocasión para hacerse ricos, de ahí la razón para que en tiempos normales los dineros que se disponen para las obras sociales, no lleguen y… si llegan, quedan reducidos a más del 50%. Todo eso se debe, a que nos acostumbramos a convivir al lado de los delincuentes, sin que hagamos un deslinde social notorio, que haga sentir el rechazo. Lo que nos coloca en un plano de cómplices colaterales. La diferencia de estos recursos, van para los bolsillos de los traficantes de la deshonra nacional y la miseria y atraso de los pueblos, juega por cuenta de estos bandidos, que castigan con engaños y promesas a las comunidades. De ahí el que muchas veces me haya atrevido afirmar, que nosotros somos los más culpables, porque los elegimos.
Pero esos tránsfugas del honor, lo hacen tan profesional y técnicamente, que la comisión del delito, el viento se los lleva. No hay diferencia entre estos y aquellos que aprovechan el accidente automovilístico, para robarle a las víctimas, sus relojes, sus dineros y sus objetos de valor, pudiéndoles prestar ante que todo, los primeros auxilios. Esa es la mentalidad absurda del ser humano absurdo.
En Colombia se han detectado algunos casos en diferentes departamentos, que son materia de investigación rigurosa, cosa igual debe estar ocurriendo en otras latitudes distintas a nuestra nación, porque el mal de la corrupción, también es la otra pandemia, que, como esta del covid 19, azota el mundo en valores y principios.
Al presidente Duque, le ha tocado enfrentar el desafío de los perversos, esos que aprovechan las tragedias de la nación, para crear el caos, y pescar en rio revuelto y de paso, para robarse lo primero que encuentren. La oposición, que es conveniente en toda democracia, debería ser reflexiva ante los intereses colectivos, sobre todo en estos momentos que debe surgir el espíritu patriótico. Pero no, es abusiva, y destructora, en procura de sus intereses partidistas.
Cuando uno ve esos criterios absolutamente parcializados, extremistas, irracionales, en que la buena razón se convierte en obstáculo, y la oposición en capricho, deja de ser, para volverse en un clan de disociadores, depredadores del bien público y privado que es muy distinto.
El interés y la ignorancia del hombre: el político, y el empresario absurdo, no les han permitido a las máximas de la moralidad, inspiradas en los más bellos principios de ética y honradez, que cambien las costumbres malas, por buenas. Y la razón es que los vicios de un pueblo siempre están ocultos, y la clase dirigente, que las conoce perfectamente, se las auspician, para mantenerlos en la depresión moral y en debilidad de su auto estima, amen, de que el concepto de moralidad en la mayoría de los visibles, paso de ser, una regla aparente, ficticia de conducta personal y social buena, presentable, para convertirse en una ciencia frívola rectorada por hipócritas.
Si el mundo, no aterriza, desafortunadamente, vamos a quedar sin hacha, calabaza y miel. Ahora bien, se dice que la pandemia, nos dejara una gran enseñanza. Eso puede ser cierto en personas cerebrales, o ajenas al mundo avivato, pero… si siguen prevaleciendo aquellos lobos polleros, de todos los tiempos, jamás se perderá la mala costumbre. Antes vendrán con los colmillos mas grandes y afilados. Mayo 22 de 2020. Sengove.