La aventura del tango; El Tango y el Cine

ANTONIO PIPPO PEDRAGOSA. Periodista, Escritor, Editorialista, Director Gral. de Cultura Tanguera
PRENSA ESPECIALIZADA

El cine, no sólo el que tomó como su argumento al tango, se divide en tres etapas: el mudo, “maquillado” con leyendas y bandas sonoras de orquestas y cantantes; el de sonido sincronizado, que editaba la película y luego montaba el sonido buscando una coincidencia no siempre fiel; y el sonoro clásico, tal cual, al margen de la evolución tecnológica, lo conocemos hoy.

La etapa del cine con sonido sincronizado fue muy breve –abarcó los años 1930 y 1931- con realizaciones en general pobretonas. Sólo se recuerda con cariño el filme Adiós, Argentina porque incluyó como protagonista, con especial destaque, a la juvenil Libertad Lamarque.

Las otras curiosidades vienen de la mano de la irrupción del cine sonoro. Lo primero que se hizo, con producción y dirección de Eduardo Morera, en 1930, fue una serie de cortos actuados por Carlos Gardel, durante los cuales cantaba y conversaba con distintas figuras destacadas del tango de la época, caso de Enrique Santos Discépolo, Celedonio Esteban Flores, Arturo de Nava y Francisco Canaro.

Pero luego… ¿cuál fue la primera película sonora con argumento basado en el tango del cine rioplatense? ¡Cuántos “conocedores” pifiarían¡ Dirían, convencidos: Tango, de Luis Moglia Barth, de 1933. No, no fue ésa, aunque la respuesta reserva una trampita: un año antes, también con dirección de Moglia Barth y la actuación de Carlos Viván y María Esther Gamas, se filmó Consejo de Tango, aunque… no llegó a estrenarse comercialmente.

Tango fue una suerte de reivindicación de la mujer, ya que los principales lugares del “cartel” los ocuparon cantantes femeninas de moda: Libertad Lamarque, Tita Merello, Mercedes Simone y Azucena Maizani, a las que acompañó un varón de sólida fama entones, Alberto Gómez. La música fue compuesta especialmente por Homero Manzi y Sebastián Piana.

Fueron infinidad las películas sobre el tango con participación de cantantes, músicos, orquestas y bailarines. Hasta donde este escriba recuerda, la última filmada con esta temática fue Flop¡, dirigida por Eduardo Mignogna en 1991, con un elenco encabezado por el actor Víctor Laplace, Mileba Plebs y el bailarín Miguel Angel Zotto.

No obstante, no concluyen acá las curiosidades. Hay siete películas hechas en el exterior exclusivamente acerca del tango: La guitarra de Gardel (España, 1949, León Klimovsky); El día que me quieras (Colombia, Sergio Dow, sin fecha); Libertango (Cuba, José Vietía, 1978), El tango es una historia (México, Humberto Ríos, 1983); Tango mío (Checoeslovaquia, Jana Bokora, 1985); Hablemos de tango (Brasil, Mauricio Berú, 1986) y La lección de tango (Estados Unidos, Sally Porter, 1996).

Y la frutilla de la torta. Todos –o casi todos, porque siempre aparece alguien con implacable memoria- hemos dicho siempre que la filmografía de Gardel en el exterior abarcó ocho películas: Luces de Buenos Aires, Espérame, La casa es seria, Melodía de Arrabal, Cuesta abajo, el tango en Broadway, El día que me quieras y Tango Bar. ¡Sorpresa! Hay que incluir a Cazadores de estrellas, filmada ya muerto el cantor y en la que aparece en algunas grabaciones junto a una antología de otros cantantes.


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Un comentario en “La aventura del tango; El Tango y el Cine

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