2022. Winners in La Union

Prensa Especializada
Esta vez, reseño la final de los concursos del Festival Internacional del Cante de las Minas de La Unión por información enviada por el Gabinete de Prensa.
La Unión solo cuenta con un hotel y una pensión. Si no se reserva con cuatro meses de antelación y aún así hay que esperar a ver lo que queda de lo que reserve protocolo del ayuntamiento para sus invitados, es imposible estar alojado en la antigua ciudad minera. La pensión, con precio de hotel, carece de wifi, y eso para un periodista lo hace más que difícil.
Intenté encontrar alojamiento en alguna casa particular. Se intentó, pero no fue posible.
Reserva en Cartagena, me dijeron. Hay un hotel cerca de Renfe. Pero, ¿quién es la guapa, que en plena enésima ola de calor, se arriesga a ir en tren a la hora más calurosa de la tarde, para asistir a los eventos de la Casa del Piñón y luego hacer tiempo rodando por ahí, hasta la hora de ir al Antiguo Mercado, 23 horas para las galas y 22 horas para los concursos, para terminar pasada la una de la madrugada y buscar un taxi para volver a Cartagena, rota por dentro y por fuera? ¿Y el día de la final hasta las tres de la madrugada?
Yo no, desde luego.
El Festival.
Nueve días, cinco de galas, tres de semifinales y el de la gran final. En las galas, hay dos artistas muy famosos que casi siempre repiten. Pero ya he visto sus eventos en otros sitios, y lo mismo sucede con los que no repiten, que ya está visto, porque en La Unión no hay estrenos.
De todas formas, lo importante en La Unión no son las galas, sino las semifinales y la final de los concursos, la razón de ser del Festival Internacional del Cante de las Minas de La Unión.
Para los que hemos cubierto el festival durante años, ya no hay sorpresas en los resultados. Porque puede ocurrir de todo, que gane quien tiene la paciencia y la resistencia de ir un año tras otro en busca del preciado premio, hasta que lo gana o no. Ganar a la primera. Dejar desierto el concurso de guitarra dos años consecutivos sin razón comprensible. Ganar alguien que era imposible que ganara. Ganar con trece años. Ganar más de una vez sin conseguir proyección del premio. De hecho, de las Lámparas Mineras desde 1961, año de inicio de los concursos, no más del 10% han conseguido una proyección importante en su carrera gracias al premio. ¿Sesgo? no siempre, pero con demasiada frecuencia.
Finalísima 2022.

La ganadora de la Lámpara Minera 2022, la cantaora extremeña Esther Merino Pilo, llevaba concursando intermitentemente desde 2009, y algún premio de consolación por palos se había llevado. ¿Ha mejorado su cante presentándose al concurso.? O ¿han querido comprobar su capacidad de resistencia y al final ha ganado la resistencia?, porque el cante siempre estuvo ahí. También ha ganado el primer premio por mineras, (6.000 euros) por cartageneras, taranta y soleá. (1.500 por cada palo) Hay quién dice que el premio por taranta debería haberlo ganado otro concursante. Verosímil, posible.
Los premios: 15.000 euros a la Lámpara Minera. 6.000 a los premios Desplante, Bordón y Filón Minero. 1.500 euros por cada palo. Es decir, 25.500 euros para la resistente Esther Merino. La superó en 2017, Alfredo Tejada, que arrasó por palos, además de la Lámpara Minera. Alfredo se llevó muy merecidamente 30.000 euros de vellón en premios. Si no fue un caso único, se quedó cerca.
El Premio Desplante masculino fue para el catalán David Romero Cardoso y el femenino para la malagueña afincada en Miami, Irene Lozano Ruiz, ambos por tarantos, ambos repetían por tercera vez. Y ambos son veteranos bailaores, curtidos en todas las batallas. Destaco el currículo de Irene Lozano, con una gran trayectoria internacional como bailaora/bailarina y coreógrafa. Una emprendedora total.

Y para no abusar de repetidores, el Bordón y el Filón Minero se lo llevaron respectivamente dos recién llegados al concurso; el guitarrista onubense Álvaro Mora Domínguez el Bordón Minero y un granaíno, Ángel Bocanegra Ocón, violinista, el Filón.
A sus veinticuatro años, Álvaro Mora sigue siendo un estudioso de la guitarra y ya cuenta con un trabajo de composición para varios instrumentos, Imaginando un sueño. El Bordón no es su primer premio, pero sí el más importante por ahora. Otro sueño realizado, y de qué forma, en plan Veni, vidi, vici.
El otro joven vencedor a la primera, Ángel Bocanegra, veinticinco años, de Granada y ya muy conocido en su tierra, empezando por la Diputación de Granada, con la que ha colaborado en varias ocasiones y que le ha felicitado por el Filón. Violinista clásico y enamorado de la versión flamenca de su instrumento, que como él dice, le ha dado la libertad de poder improvisar. Gran carrera a la vista.
Los otros premios de la noche, los de consolación o esperanza, fueron para Lucía Beltrán Sedano, la joven onubense de dieciocho años, que consiguió el Premio Especial para Cantaores Jóvenes en su interpretación por levantica y toná, dotado con 1.500 euros; la malagueña Isabel Guerrero Alarcón, se llevó con sus tangos el premio al grupo C de bulerías, cantiñas, tangos, tientos, peteneras, farrucas y fandangos; en el grupo II de Cantes de Málaga, Córdoba, Granada y Huelva, el sevillano Manuel Cuevas González consiguió el premio por malagueñas y un premio por murcianas y otros cantes mineros; y la malagueña Virginia Gámez Gil el premio a Otros Cantes por su granaína y media. Por último, José Plantón Heredia consiguió con su seguiriya el premio al grupo A de tonás, seguiriyas, livianas y serranas.
En fin, que ser Jurado de Premios en La Unión no es precisamente un chollo. Este año, según dicen, hasta intervino el alcalde. (¡¡¡!!!)
¡Felicidades a todos!.