
Columnista
Hola de nuevo que gusto estar por acá disfrutando de una charla de café. Ahora en México, estamos a pocos días de entrar de lleno al Invierno, así que realmente se disfruta una taza de un buen café calientito, sobre todo para aquellos que no son muy afectos a soportar el frio, bueno espero que durante esta charla lo disfrutes y no solo te haga sentir bien en el cuerpo sino en el alma, que lo que ahí te hace sentir bien perdura por más tiempo.
Sabes que se nos está llegando el fin de año y es el tiempo donde todos los recuerdos se arremolinan y nos provoca hacer el recuento de los daños o de los años cada quién sabrá, pero hoy todavía no lo haremos.
Hoy quisiera hablar de lo que implica que te dejes manipular por las realidades de otros que quieren imponerse sobre nosotros, deja para variar platicarte una historia que te hará más claro de lo que estoy hablando.
Cierto día Juan (así lo llamaremos) salió a la calle por la mañana acompañado de Ricardo, habían quedado de reunirse en una esquina de cierta calle en alguna ciudad para de ahí irse a tomar un café y platicar por aquellos tiempos, nada mejor que una “charla de café” para esto, antes de llegar al café vieron un puesto de periódicos y Juan decidió llegar a comprar uno para después de la plática tomarse un tiempo y ponerse a leer las noticias.
A continuación narro la plática entre Juan y el propietario del negocio de periódicos.
Juan…. Hola, buenos días!
Vendedor.. Qué tienen de buenos!!
Juan.. Me puede dar el periódico de hoy por favor?
Vendedor…. Ahí está, que no lo vé?, tómelo usted mismo!!
Juan… Ok, gracias, cuanto sería??
Vendedor…. Lo mismo que ha valido siempre 15 pesos!!
Juan… Aquí tiene 50.
Vendedor Y luego no trae el dinero exacto????
Vendedor Tenga su cambio!
Juan Muchas gracias, que tenga buen día!
Vendedor mmmmmmmmm!!!
Y aquí termina la conversación entre Juan y el Vendedor.
Ricardo no lo podía creer y se le quedaba viendo a Juan por el hecho de que ante la agresividad del Vendedor Juan nunca perdió la compostura y nunca dejó de ser amable y sonreír, ante lo que acaba de ver Ricardo le pregunta a Juan, oye no lo puedo creer, aquí compras tu periódico todos los días, Juan le responde, si, por aquí paso y lo compro diario, pero como es posible le responde Ricardo, el vendedor es una persona horrible, de muy mal genio ya no deberías venir y tratar con este tipo de personas y lo más increíble es porqué tú no te has molestado por su actitud y les has respondido como se debe.
Juan tranquilamente y ya en la cafetería, respiró el aroma de su taza de café, le dio un sorbo y dijo, “porque yo entiendo que el vendedor pueda tener sus problemas y los refleja en la forma como trata a los demás, pero ese es su problema y no mío, el problema se vuelve mío cuando yo dejo que él mande sobre mi manera de ser, yo no tengo porque darle a él el poder de cambiar mi estado de ánimo, ese es demasiado poder y solo me corresponde a mí dárselo a quién yo considere que lo puede hacer, normalmente soy yo mismo”. Ricardo se quedó pensando en lo que acababa de escuchar, asimiló cada una de las palabras tomándose el tiempo necesario mientras tomaba un sorbo de su café y solo atinó a decir “cuanta razón Juan, cuánta razón” y siguieron platicando de la vida en su especial “charla de café”.
¿Interesante verdad? Te has dado cuenta que todos los días estamos expuestos a los estados de ánimo de las personas que nos rodean y somos susceptibles de dejarnos llevar por ellos, son momento en los que dejamos de tener control sobre nosotros y se lo dejamos a aquellas personas que nos mueven de acuerdo a lo que ellos quieren que sintamos, ¿crees que está bien?, ¿no sería mejor que tu tuvieras control de tus reacciones y como un acto de libre decisión optar por otorgar ese poder a quién nosotros queremos y no a cualquiera que nos afecte?.
Pues hoy te dejo esta inquietud, ¿que tanto poder le das a las personas que te rodean para que ellos decidan como debes reaccionar o sentirte y en ese momento te vuelves esclavo de ellos?.
Y para rematar un pensamiento para la semana.
“Tener carácter no es ser explosivo, insultante y prepotente; no es ser egoísta. Tener carácter es controlar tu interior para hablar claro y dar tu opinión sin pisar la cabeza de nadie.”
Espero que nuestra “Charla de café” haya sido agradable para ti y recuerda “siempre hay alguien que necesita escuchar lo que acabo de escribir” si eres tú que bueno me da muchísimo gusto y si no, seguramente sabrás de alguien que lo necesite.
Nos vemos en la siguiente “charla de café” y siempre estamos a un click de distancia para tus comentarios o preguntas.
Saludos.