Reino Unido decide de manera unilateral modificar el Protocolo de Irlanda, ampliando el «período de gracia», desición que ha creado un profundo malestar tanto en Bruselas como en Dublin, a su vez que principales personalidades tanto como instituciones se han pronunciado ya que creen que Reino Unido sigue jugando de forma irresponsable en este tema.
El último desafío ha sido la decisión unilateral del Gobierno británico de extender el «período de gracia», que expiraba en abril, para poner en marcha todos los controles previstos por el Protocolo para la entrada de mercancías de Gran Bretaña con destino a Irlanda del Norte. Ante esta decisión el Premier Boris Johnson dijo: «Se trata de medidas temporales y técnicas». «Vamos a asegurarnos de que no hay barreras en el Mar de Irlanda» alegando además: «Y estoy seguro de que con sentido común seguiremos hablando con nuestros amigos europeos y encontrando las soluciones».

Esta acción o medida unilateral del Reino Unido se produce a los pocos días de la toma de posesión como ministro del Gabinete de David Frost ex jefe negociador del Reino Unido durante las negociaciones del Brexit, quien había criticado internamente la falta de firmeza de su predecesor Michael Gove, que hace dos semanas participó en la última reunión con el vicepresidente de la Comisión Europea Maros Sefcovic quien en una entrevista al Financial Times dijo «Que lo ocurrido ha sido una sorpresa muy negativa y que la UE prepara medidas legales «muy pronto» como respuesta.
Según un portavoz de David Frost, el anuncio de la extensión del «período de gracia» en Irlanda del Norte (de abril a octubre) se comunicó oficialmente a Bruselas a principios de semana. «Se trata de una extensión por razones operativas, con precedentes en acuerdos comerciales internacionales, y totalmente consistentes con las obligaciones del Protocolo».
En el Parlamento británico, el anuncio lo hizo directamente Brandon Lewis secretario para Irlanda del Norte, anticipando escuetamente al referirse al Protocolo de Irlanda: «Vamos a tomar una serie de pasos temporales y operativos», «La simple realidad es que necesitamos más tiempo para adaptarnos e implementar los nuevos requisitos, mientras continúan nuestras conversaciones con la UE».
Así mismo João Vale de Almeida Embajador de la UE recalcó tras la acción de Londres: «Tenemos un acuerdo y es la plena responsabilidad de la dos partes respetarlo. Es la práctica común en la diplomacia».
Ayer jueves, la conferencia de presidentes, el órgano que reúne a los líderes de todas las tiendas políticas, mandó un recado al no fijar una fecha para la votación de esa ratificación. Tenían pensando hacerlo esta semana, con el 25 de marzo en el calendario (de forma simultánea a una reunión del Consejo Europeo), pero como respuesta a la provocación británica deciden postergarlo: es válido», escribió el alemán Bernard Langer, responsable de la comisión de Comercio de la Eurocámara, enlazando un mensaje suyo de la primera gran disputa: «Si las autoridades británicas rompen el Acuerdo de Retirada o amenazan con hacerlo, con la Ley de mercado Interior o cualquier otra, el Parlamento Europeo, bajo ninguna circunstancia ratificaré ningún acuerdo», aseguró.
«Si esta es la forma en la que David Frost pretende decir que han regresado los viejos juegos debería tener en cuenta el hecho de que la Eurocámara no ha ratificado todavía el acuerdo y que la plena implementación del Acuerdo de Salida y sus protocolos siguen siendo una línea roja«, dijo Christopher Hansen de Luxemburgo. En la misma línea se pronunció Mairead McGuinness comisaria (irlandesa) que está tratando con su equipo una cuestión técnica complicada sobre mercados financieros y reciprocidad. Si no hay confianza, avisó, hay ciertas decisiones que se vuelven imposibles.
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