NORUEGA: INFORME ANUAL DE UNA UNIVERSIDAD DE OSLO DESTACA ATAQUES DE LA EXTREMA DERECHA DE ESPAÑA

Un reciente informe anual del Center for Research on Extremism (C-REX) de la Universidad de Oslo, ‘Terrorismo y violencia de extrema derecha en Europa occidental’ destaca en el cuarto lugar con más ataques por grupos facistas al Estado Español.

El informe cuenta con una base de datos sobre Terrorismo y violencia de extrema derecha que tiene como objetivo cubrir todos los ataques y complots violentos, relevantes de la extrema derecha en Europa Occidental desde 1990, incluídos los casos en los que se pretende infringir lesiones mortales o incapacitantes a sus víctimas.

Dada la existencia de muchos ataques menos graves, el conjunto de datos cubre los más relevantes pero eso sí, lo hace de forma sistemática, lo que permite comparar los niveles de violencia de forma cronológica con los existentes en otros países.

Así mismo dice que si bien a lo largo del 2019 en muchos países no se registró ningún caso grave o escasos ataques o complots violentos de extrema derecha, en España se produjeron por lo menos 16 sucesos de este tipo. Casi la mitad tuvieron lugar en Barcelona y localidades próximas, como Sant Boi de Llobregat, El Masnou, Mataró y Badalona. Sin embargo, también hubo casos en otras ciudades importantes como Madrid, Valencia o Mallorca (protagonizado por dos neonazis alemanes), así como en poblaciones más pequeñas.

El informe anual así mismo dice que una gran parte de estos ataques en España -seis de un total de siete se han producido contra militantes independentistas . 

‘Este conflicto separatista sigue las pautas tradicionales de un conflicto de izquierda-derecha, con una gran parte de los separatistas involucrados en el activismo de izquierdas o antifascista’, explica el informe, con más ataques de extrema derecha, por detrás de Alemania, Italia y Gran Bretaña.

Así mismo, en dicho informe anual se mencionan dos ataques de los ocurridos, durante manifestaciones o protestas. 

En el primero, en Girona provincia de la Comunidad autónoma de Catalunya, una mujer fue herida grave tras recibir el impacto de una bengala mientras estaba en el balcón de su casa, de la calle de Figuerola, donde tenía colgada una bandera «la estelada» un viernes por la noche.

En el segundo ataque, un militante independentista fue brutalmente atacado por un grupo de extrema derecha de doce personas durante las protestas contra la sentencia del proceso.

El resto de ataques, según dicho informe anual fueron agresiones al margen de manifestaciones o acciones de protesta.

En un caso, un hombre intentó apuñalar a varias personas en una casa donde había simbología independentista y antifascista. En otro, una persona que colgaba carteles del Frente Republicano fue golpeado por dos fascistas mientras gritaban para luego tras la agresión, los atacantes hicieron el saludo nazi al grito de ‘viva España’.

Asimismo, este informe anual de ‘Terrorismo y violencia de extrema derecha en Europa occidental’ de la Universidad de Oslo habla de un ataque por parte de veinte fascistas contra la fiesta del tercer aniversario de la organización independentista Asociación de Jóvenes de Sant Celoni. Dicho ataque dejó dos jóvenes heridos y gran cantidad de destrozos en el mobiliario urbano.

Igualmente en España hubo un ataque de un grupo de extrema derecha a un centro de menores, que albergaba a 50 jóvenes migrantes no acompañados, en julio, con el resultado de cuatro heridos. También incluye a dos miembros del grupo neonazi El Galéon que persiguieron a una pareja en la calle antes de golpear al hombre hasta dejarlo inconsciente, así como el apuñalamiento de tinte homofóbico a un joven de 23 años por parte de dos de extrema derecha.

Otra ataque más en Galicia, Ferrol un grupo de entre 8 y 10 fascistas agredieron a una persona al reconocerla como miembro de la organización independentista Causa Galiza. Antes de atacarlo, supuestamente exclamaron ‘rojos de mierda, hijos de puta’ indicando claramente que conocían la orientación política de la víctima.

La violencia de extrema derecha en España suele estar más organizada que en el resto de Europa Occidental especialmente si se compara con otros países con más casos como el Reino Unido y Alemania, en los que se considera con mayor frecuencia a los actores como «lobos solitarios». De hecho, en 2019 estos no eran solo el tipo de perpetrador más común en Europa Occidental, sino que la tendencia a largo plazo es que los ataques de la ultraderecha con resultados fatales sean cometidos cada vez más por este tipo de perfiles. Sin duda, muchos de ellos son «solitarios» solo en un sentido relativo ya que se inspiran en otros como Brenton Tarrant que asesinó a 51 musulmanes en Christchurch (Nueva Zelanda), o están afiliados a organizaciones como CasaPound Italia. Sin embargo, se diferencian de otros autores porque preparan y llevan a cabo los ataques por sí solos y por iniciativa propia, lo que hace más difícil su prevención.

El objetivo más frecuente es la izquierda en España, otra tendencia general de la violencia de extrema derecha puesto que los autores de la misma apuntan más frecuentemente a los opositores políticos que a los inmigrantes o las minorías étnicas y religiosas.

En Europa Occidental en general, y en particular en la Europa Septentrional, las víctimas tienden a ser minorías étnicas y religiosas, grupos que los de extrema derecha perciben como «extranjeros» no deseados por tanto objetivos legítimos.

En los últimos años, los musulmanes en partícular se han convertido en el blanco más habitual, aunque también hay ataques contra comunidades judías (como en Halle (Alemania) a finales de 2019). En Europa Oriental, todavía no cubierta por completo por nuestra base de datos, otros informes muestran como la minoría romaní es una víctima frecuente.

En España, la extrema derecha suele atacar a sus oponentes políticos, antifascistas e independentistas en particular. En 2019, ciudadanos y activistas que apoyaban la independencia de Cataluña sufrieron diversos ataques, la razón es el conflicto suscitado a raíz del referéndum de independencia de octubre del 2017.

El informe en general muestra que aunque los países padecen niveles relativamente altos de violencia de extrema derecha, la naturaleza de la misma varía considerablemente de un país a otro. Mientras que los lobos solitarios y los ataques premeditados son más comunes en el norte de Europa, la violencia de la extrema derecha en Europa meridional tiende a ser más organizada y, particularmente en el caso de España, también a menudo espontánea. Además, si bien las minorías étnicas y religiosas son más frecuentemente objeto de ataques en Europa septentrional y cada vez más también en países como Italia y Grecia, la violencia de extrema derecha en el sur de Europa sigue dirigiéndose contra los rivales políticos en general y, en España, en 2019, contra los independentistas en particular.

La incidencia de dicho conflicto territorial junto al suscitado por el antagonismo izquierda-derecha, con un número de independentistas también involucrados en el activismo de izquierdas o antifascista, muestra por qué necesitamos explicar la presencia de la violencia de la extrema derecha de manera diferente dependiendo de la región europea que analizamos https://ejpr.onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/1475-6765.12254

En resumen, en el norte de Europa, los niveles relativamente altos de violencia de ultraderechista parecen estar relacionados con la combinación de una elevada inmigración, un bajo apoyo electoral a los partidos antiinmigrantes y una amplia represión pública hacia los actores y opiniones de extrema derecha. En esos países, la extrema derecha parece ser capaz de movilizar a nuevos seguidores y generar actos de terrorismo y violencia, al menos en parte porque las élites han sido predominantemente pro-inmigración y se las ha percibido como hostiles hacia las personas preocupadas por la inmigración. Así ocurrió en gran medida en Alemania, Suecia y el Reino Unido entre 1990 y 2015.

Sin embargo, en el sur de Europa los niveles relativamente altos de violencia asociada a la extrema derecha parecen estar más relacionados con la combinación de las dificultades económicas, los legados autoritarios, las reivindicaciones nacionalistas y la amplia militancia de izquierdas y, en algunos casos, el terrorismo. Esta combinación intensifica una división ya polarizada entre izquierda y derecha, que en ocasiones da lugar a más violencia ultraderechista. Este es el caso no sólo en Italia y Grecia, sino también en España como se puede apreciar.

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