
Cuando se trata de Arcángel siempre nos encontramos con el estudioso investigador que transforma los cantes de las raíces andaluzas más populares en auténticos conciertos líricos a los que los elaborados matices de su voz no son ajenos. Con esto nos encontramos ayer, 13 de diciembre 2019 en la Sala de Cámara del Auditorio Nacional de Madrid, en un concierto de villancicos de su espectáculo Navidades Flamencas estrenado el 12 de diciembre 2018 en el tablao madrileño Corral de la Morería. Estuvo como entonces acompañado por la guitarra maestra de Dani de Morón y las percusiones de Agustín Diassera. Esta vez con los coros y palmas de Macarena de la Torre y de Ángeles Toledano.

Agustín Diassera, Arcángel, Dani de Morón, Macarena de la Torre y Angeles Toledano
Copyright Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM) – Ben Vine
Y fue sin duda un concierto de Navidad diferente. Supo desde el principio dotar a la actuación de todo el significado de lo que la Navidad representa: el nacimiento del Hijo de Dios, del Mesías, del anunciado que traía como misión redimir a la humanidad del pecado. Porque esto y no otra cosa es la Navidad, por muy olvidado que esté en nuestra alienante sociedad de consumo. Por eso la música para alabar y recordar la llegada del pequeño Jesús tiene que ser solemne y alegre, que en España tiene el plus de la honda devoción gitana, porque la mayoría del extenso repertorio de cantos al nacimiento del Hijo de Dios son de origen andaluz y gitano.

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Así empezó en un dúo emocionante de cante y toque con la música y letra tradicional de la nana este niño chiquito no tiene cuna / su padre es carpintero, le va a haser una. Para empezar nos recuerda que Jesús no quiso nacer en ningún palacio y Arcángel hizo una interpretación tierna y solemne, acunando tanto con su voz, como con sus brazos y manos a ese recién nacido. El flamenco es cien por cien expresión y Arcángel también. La guitarra de Dani, experta en acompañamientos, supo añadir ese pathos que faltaba para introducir al público en el misterio de la navidad.

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Nos alegró el alma con Los campanilleros, esos pastores andaluces que “bajo las estrellas de la madrugá, van con sus campanillas a adorar al niño que ha nacido ya.” Quinteto al completo para sumergirnos de pleno en esa inigualable alma andaluza. Siguieron con Dame tu mano, un clásico del repertorio original de este espectáculo navideño centrado en ese pequeño personaje que llega tan misteriosamente a un establo. La cronología de villancicos no es casual, va acercándose al aspecto de celebración, de fiesta, tan enraizado en la filosofía de vida andaluza. Pase lo que pase siempre hay que celebrar y así concluyen la primera parte del concierto por alegrías con Cantar pastorcillos. Ángeles y pastores, lo espiritual y lo terrenal, dos elementos siempre presentes en la navidad de nuestro sur.
Cantaron por soleá, ampliamente por bulerías, por fandangos, que para eso Arcángel es el mayor erudito en los orígenes y desarrollo de los fandangos de Huelva, de Alosno, de Almonaster la Real, Cabezas Rubias, Calañas, Encinasola, el Cerro de Andévalo, Santa Bárbara de Casas y Valverde del Camino, localidades onubenses que con ligeros matices los distinguen, aunque distinguirlos no es cosa fácil.
La segunda parte del concierto empezó con homenajes a Manuel Molina y Enrique Morente, guitarrista y cantaor, ambos compositores y reconocidos poetas. Dime y Vaya de Gloria respectivamente para recordarlos. Ayer precisamente, 13 de diciembre, se cumplían nueve años de la desaparición de Enrique Morente y Arcángel tuvo un recuerdo emocionado para él y para su mujer Aurora Carbonell. Un recuerdo coreado por los aplausos de la sala.
El concierto discurrió festero en las actuaciones finales, por fandangos y bulerías, con letras alusivas al nacimiento del hijo de María, al hijo de Dios “que ha nacido como un rayo de sol.” Letras que ya forman parte de la historia de la poesía popular, que como bien dice Arcángel “se trata de un legado brillantísimo que a veces queda relegado a la categoría de arte menor”. Pero ahí está él, para posicionarlo con su arte y su saber en la alta categoría que realmente tiene, tanto musical como poética.