ASI FUÉ LA NOCHE DEL OSCAR 2019

Y los nominados son….

La Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas (AMPAS), celebro la Entrega de Premios Oscar 2019 el dia de ayer 24 de febrero en el Dolby Theatre, de Los Ángeles en los Estados Unidos y por primera vez en 30 años, la gala no tuvo presentador y se le ha considerado una de las galas más controvertidas que se recuerden.

Todo parece indicar que se evito dar uno de los mejores premios a una película que de haberlo hecho, hubiera significado «la hecatombe» para Hollywood y marcar un futuro que ya es todo un presente, porque si ganaba ROMA, se encumbraba a la primera película de no habla inglesa con el mayor de los premios Oscar y así darle validez y carta blanca a la gran maquinaria de Netflix, lo que hubiera significado un tremendo problema. Fué Julia Roberts la encargada de entregar el mayor de los premios al que salió la ganador: Green Book y no Roma. Una película tan perfectamente predecible como fácil. El relato interracial del músico negro Don Shirley (Mahershala Ali) y su chófer italiano (Viggo Mortensen). todo normalito, nada excepcional, la más descafeinada propuesta en años, además que obtuvo los premios a mejor guion y mejor actor secundario. En cualquier caso, esto hace «vergonzante» la decisión de la Academia que no pudo por menos que reconocer su ligera impudicia y conceder a la cinta mexicana de Netflix 3 de los 4 Oscar a los que aspiraba Cuarón (su director) en primera persona: fotografía, director y película en lengua no inglesa.

Pues sí, ayer perdió la mejor película, ganando la políticamente más correcta en una gala medio tristona en la que ni siquiera se atrevieron a nombrar a la que en buena lógica era la película con capacidad para vencer a Roma: LA Favorita de Yorgos Lanthimos.

La Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas (AMPAS) un lugar teóricamente para el encuentro, la discusión y hasta la propaganda, decidió no contestar preguntas como ¿si llegaremos a ver cine sin cines? debido a los nuevos tiempos que corren. Por lo que no nos queda duda que esta edición puedo haber sido mucho mejor y la pregunta del millón seria si tiene sentido seguir «obligando a las producciones» a tener un estreno comercial en los cines cuando la mayor parte del público (y la propia Academia) parece haber dejado de tener a la sala de cine como referencia.

La Ceremonia de ayer se limitó a dar la razón a cada una de las favoritas, desde que se abrió el sobre para mencionar a la mejor actríz, tras ella a los principales, habiendo acudido Olivia Colman, por su magnífico trabajo en La Favorita y Rami Malek por el suyo en Bohemian Rhapsody. A la primera le correspondía porque no quedaba de otra, y al segundo le tocaba porque si. Y así apreciamos que ni Glenn Close con sus 7 nominaciones fallidas desde los años 80 pudo con lo obvio.

Sólo los dos Oscar al guion se salieron ligeramente del guion en la gala. El original que parecía destinado para Roma lo consiguió la opción más cristalina, sencilla y discutible también. Es decir, y de nuevo y por seguir haciendo daño, Green book. Y el adaptado fue cosa de Infiltrado en el KK Klan y un Spike Lee tan desatado como justo en cada una de sus siempre excesivas palabras en donde duró poco la alegría algo incendiaria y muy racial para volver a la tristona gala.

Luego fueron llegando los Oscar técnicos y dirigidos a su destino de forma más o menos disciplinada, a su sitio. El maquillaje fue para los excesos de lo que sea de El vicio del poder, y casi todos los demás para Black panther y para Bohemian Rhapsody, la película sin autor sobre Queen. Vestuario, diseño de producción y música (Ludwig Göransson) acabaron junto a la fantasía africana de Marvel. Y sonido, la mezcla de sonido y montaje junto al doloroso ‘biopic’ de marras.

Las lágrimas de Lady Gaga, asomaron por la canción original, Shallow, de «A nacido una estrella». A un lado el terrorífico ataque «kitsch» más propio de una semifinal de la Champions League, quedando claro que hay mucha posibilidad de hacer cine sin cines. Sí, gusto por ejemplo el diálogo entre Tina Fey, Amy Poehler y Maya Rudolph y espantó todo lo demás.. eso si número musical tras número musical y la gran derrota del cortometraje de Sorogoyen. Eso sí, definitivamente pudimos apreciar a un NETFLIX que apunta pa´lante al pie del cañón.

Lo incuestionable: Que no se puede hacer una gala sin presentador, decisión tomada después del «desorden» que causó la renuncia del comediante Kevin Hart, apenas unos días después de haber sido anunciado como su anfitrión.

El español Javier Bardem fue el encargado de entregar el Oscar a la mejor película de habla no inglesa: la mexicana Roma, de Alfonso Cuarón (que también ganó el Oscar a mejor director y a la mejor fotografía). Y porque la situación lo propició, Bardem habló en español, arrancando grandes aplausos, bromeando, hasta advirtió a los asistente de que no bebieran mucho en la fiesta posterior, así mismo bailó y cantó como nadie durante la actuación de Queen pasándola muy bien.