Suma Flamenca Joven. Mujeres con poder flamenco

TERESA FERNANDEZ HERRERA. Periodista, Escritora, Editorialista, Directora Gral.
PRENSA ESPECIALIZADA

Suma Flamenca Joven,  en su cuarta edición, del 12 al 15 de septiembre,  ha ofrecido  como viene  siendo habitual en cada gala, un concierto de guitarra, una actuación de cante y un espectáculo de baile, por artistas menores de treinta años.

Jóvenes artistas ya reconocidos internacionalmente, casi todos con estudios, compositores, expertos coreógrafos y coreógrafas. Parece que andamos escasos de mujeres guitarristas flamencas. En los cuatro conciertos, guitarristas masculinos. Todo llegará.

Tres bailaoras, Lucía la Bronce, de Sevilla, una jovencísima Zaira Prudencio de Badajoz y Patricia Donn de Barcelona, con formación y trayectorias distintas, intensas y extensas, fuertemente vocacionales, bien construidas, deslumbrantes las tres.

LUCIA LA BRONCE cortesía: Pablo Lorente

Lucía la Bronce hizo de su actuación un espectáculo soberbio, por su baile, su sentido escénico, la coreografía en la que brillaron también con luz propia sus artistas, a los que supo dar protagonismo, consiguiendo así en poco más de media hora lo que normalmente  se transmite en el doble de tiempo. Cantaores de la talla de Manuel Pajares y una  Inma la Carbonera increíblemente rica en matices  y recursos; la guitarra de Daniel El Carqui y la percusión de Andrej Vujicic.  Todos necesarios protagonistas, ahí no hubo secundarios. Y ella, desplegando lo mucho que sabe y siente, llenando la escena,  a veces recordando a los sufis con sus giros increíbles, luciendo vestuarios acordes a sus bailes, de La vida breve de Falla, por seguiriya y para el final festero una bata de cola que fue una bailaora más.

Lucía está ahora en el Ballet Flamenco de Andalucía dirigido por Patricia Guerrero.

Los veinte años de Zaira Prudencio dejaron sabor a artista con experiencia superior a esa edad. Creó un espectáculo minimalista con los cantaores Ismael el Bola y Francisco Blanco que ocuparon espacio central en la escena flanqueándola al comienzo, y siempre presente la guitarra de Manolín García.

Zaira llenó el enorme escenario de la Sala Verde, como diciendo aquí estoy yo y este mundo es mío, me pertenece por derecho.  No es fácil para un solo artista conseguir llenar tanto espacio, pero conseguirlo con veinte años con tanta rotundidad es para la nota más alta. Pero con su último baile, de repertorio festero, vestida de hombre y bailando en clave masculina, contrastando con su baile anterior tan de mujer, por bulerías y taranta, hizo enmudecer. Si baila así cuando apenas ha tenido tiempo de formarse, sin apenas proyección internacional, con ese arte, sabiduría, seguridad y dominio de la danza, que nos deparará esta joven extremeña en toda una vida por delante.

Patricia Donn cerró la Suma Joven deslumbrando en su segunda pieza con una clase magistral de zapateados, punta y tacón, solo punta, solo tacón, con un solo pie y la otra pierna en equilibrio, hacia delante, hacia atrás, hacia sus laterales, haciendo torsiones en cualquier sentido, el más difícil todavía, vestida de la única manera en que mostrar tanto arte, tanto dominio de la danza más difícil que existe,  retándose a sí misma, de pantalón blanco y chaqueta corta roja.

Patricia Donn en la Sala de Musas del Museo del Prado.

Cierto que Patricia ha recibido formación flamenca, clásica, contemporánea y clásica española. Que debutó profesionalmente a los dieciséis años, a los veintiuno fue solista con Amador Rojas, a los veinticinco estrenó su primer espectáculo en solitario como coreógrafa y directora, un año más tarde, 2023, creó su propio ballet flamenco de teatro y danza…

Pero así y todo, lo que hizo el domingo 15 de septiembre en la sala Verde de los Teatros del Canal fue único. No sé si alguien lo ha hecho antes, yo no lo he visto, y llevo vista muchísima danza flamenca y clásica española de lo mejor. Asombrosa.

Es el resultado de ser joven en una época en que las artistas lo son sin restricciones,  ni familiares, ni económicas, ni sociales, ni profesionales. Son el resultado de la libertad creativa.

Sevilla, Cádiz y Granada, tierra por excelencia de guitarristas. La historia de este arte se prolonga en sus artistas más jóvenes.

El sevillano Manuel Herrera hijo, los gaditanos Antonio González y Victor Franco y el granadino El Poti.

Manuel Herrera hijo, Rocío Luna y Manuel Jiménez. Gala I

Abrió los conciertos de guitarra el jovencísimo Manuel Herrera hijo, veintiún años. Artista afortunado de tener la escuela en casa, con un padre reconocido guitarrista y profesor de guitarra flamenca en el Conservatorio de Sevilla. Buenos principios, buenos mimbres, mucha humildad al presentarse como alguien con mucho amor a la guitarra pero que se siente al principio del camino. Estudia, como todos los afortunados jóvenes de ahora,  ajenos a fatiguitas de otro tiempo ya perdido en la historia.  Con toda su humildad, ya tiene su casa llena de primeros premios que empezó a cosechar en 2018, ¡a la edad de quince años!. El último, el año pasado, primer premio del certamen internacional de guitarra flamenca  de l’Hospitalet y primer premio especial a mejor toque por bulerías. Cinco primeros premios  entre los quince y los veinte años. Más que un récord.

Deleitó por rondeñas, farruca y tanguillos.

Antonio González, de Chipiona, de los puertos tenía que ser, este  joven guitarrista de 25 años que empezó teniendo maestros de su tierra, de Jerez y Sanlúcar, hasta que en 2019 el maestro de maestros Manolo Sanlúcar se lo llevó a su casa como discípulo privilegiado. En 2021, fue matrícula de honor en su graduación en el Conservatorio Rafael Orozco de Córdoba.

Es compositor, nos dejó muestras de su creación en su concierto.  Ha tocado para un centenar de grandes del cante y del baile. Los tablaos madrileños se lo rifan, es profesor de guitarra flamenca en el Centro Superior Música Creativa.

En su concierto de la segunda gala, además de sus composiciones,  hizo grande una rondeña, dedicó una soleá a su maestro Manolo Sanlúcar y para la bulería final se hizo acompañar por el cajón de Kike Terrón.

Víctor Franco, de Cádiz, 25 años, un privilegiado desde la cuna , arrullado por los cantes de su madre y su abuela. Tuvo la guitarra como juego, a los catorce años ya daba recitales, desde la Escuela de jazz de Cádiz, saltó a la Escuela Superior de Música de Cataluña donde tuvo los mejores maestros, hasta que Rycardo Moreno se lo llevó a dar conciertos por toda nuestra geografía. Es ya un destacado compositor, que alterna con conciertos solistas y de acompañamiento..

Menuda tercera gala de guitarra en concierto con composiciones propias, alegrías y tangos, con auténtico virtuosismo. Siendo tan joven, tiene la calidad del veterano, de vuelta de investigaciones y experiencias. Enorme guitarrista.

Rocío Luna de Córdoba y Gabriela Jiménez de Madrid.

Rocío Luna, Lámpara Minera 2023,  cantaora con voz y registros extraordinarios. Vean aquí, en Cultura Flamenca, su entrevista del domingo pasado.

Escuchar el cante de Gabriela Giménez, me recordó lo que hace años escuché a la soprano lírica Ainhoa Arteta. El enorme trabajo que hay detrás de construir una voz. Cantar flamenco no es lo mismo, pero el trabajo de construcción que hay detrás, sí lo es. Aprender a respirar, a trabajar las técnicas vocales, es algo que disfrutan las privilegiadas actuales, y que tanto nos recuerdan a cantaores y cantaoras de antes, necesariamente autodidactas, con restricciones, con voces maravillosas, pero que enseguida se quedaban sin aire en los pulmones. Esa es la historia de los tercios, el intervalo necesario para coger aire.

Gabriela desciende de artistas que han hecho historia, como Ramón Montoya y Mario Escudero. Su padre y mentor es el guitarrista Antón Giménez, su guitarrista de acompañamiento.  Es decir, ha tenido maestro desde la cuna, el mejor maestro que podía tener. Hizo su formación de cante flamenco en la prestigiosa Casa Patas, desgraciadamente desaparecida. Ha tenido maestros de técnica vocal, estudia en el Conservatorio Profesional de música Arturo Soria de Madrid, con matrícula de honor desde el primer curso. En su trayectoria además de su buen hacer están presentes sus importantes contactos. Quién mejor que con su padre preparar ahora su primer disco.

¡Ay, no están tan lejos los tiempos en que padres y maridos eran los enemigos declarados de la mujer artista profesional!

En resumen, en Gabriela Giménez es patente la construcción de su voz, que no es una voz “flamenca”. Pero está maravillosamente construida, qué dominio de sus recursos vocales, que potencia pulmonar y administración del aire en interminables ayeos y sostenidos.

Cantó por lo más clásico y difícil,  por soleá, por seguiriya y por bulerías.

Morenito hijo del gran Morenito de Íllora, es el cantaor de raíz como la cantaban los maestros antiguos, aunque con el estilo propio que dan los nuevos estilos de vida. Cierto, como dice de él Tomatito, “canta con el alma y con el corazón. A su edad no le corresponde cantar con tanta sabiduría”.Cierto, tiene la sabiduría del cantaor veterano.

Yo diría que le falta técnica vocal, por lo que no administra bien el aire de sus pulmones, de ahí esos finales de tercio precipitados, porque no le llega el aire. Digamos que esto no resta categoría ni valor a su cante, Dios me libre, pero le crea problemas de respiración al cantar. De ahí que se diga que su forma de cante es dejarse la vida a jirones.

Pero no es necesario dejarse la vida a jirones.

Bordó una zambra que dedicó a Caracol, y como buen gaditano se fue para su tierra por alegrías y fandangos.

Para terminar, comentar el excelente baile de Manuel Jiménez, bailaor de Córdoba en la primera gala.

Manuel Jiménez

La guitarra en concierto de El Poti, de Granada, Bordón Minero 2023, en la última gala, quizá la mejor de todas, aunque al estilo de Riqueni,  estuvo  mudo durante todo su concierto. Ni saludó, ni agradeció, ni se despidió. Feo.

Lo mismo hizo el cantaor Tomás García de Granada, también en la última gala. Como si fuera una consigna para ese día, ni saludó, ni agradeció, ni dijo qué iba a cantar, ni se despidió. Muy feo.

Lo que más me sorprendió de él es que incluyera la letra al completo de la Canción del Pirata de José de Espronceda, creo que por bulerías. Insólito. Vamos, que si se enteran los de la Memoria Colonial le acusan de apropiación.

¡Vaya mundo!


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Un comentario en “Suma Flamenca Joven. Mujeres con poder flamenco

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