Mayte Martín y Ezequiel Benítez en La Unión

TERESA FERNANDEZ HERRERA. Periodista, Escritora, Directora Gral. Cultura Flamenca.  
PRENSA ESPECIALIZADA

En mi segunda gala del Festival  del Cante de las Minas de La Unión, Mayte y Ezequiel estaban programados en este orden. A la hora de la verdad salió el jerezano de telonero de la catalana. Y como suele suceder, este cantaor de difícil complexión facial y víctima de obesidad mórbida, se metió en el bolsillo al respetable a fuerza de pasión y emoción, algo muy de Jerez.

Ezequiel Benítez. Copyright de Tomás Ortiz.

Ezequiel Benítez, nuevo en esta plaza, sin premios mineros, abrió su corazón, que es la forma de conectar con otros corazones, cantando letras suyas y de su padre. Me gusta contar mis cuitas y cantar lo que me pide el corazón. Ahí va, la humildad y el arte como fórmula de éxito sin fisuras.

1.Ezequiel Benítez. Copyright de Tomás Ortiz.

Empezó por soleá, que en Jerez los principios son solemnes y las continuaciones por alegrías. Si además se lleva a Paquito León como compañero a la guitarra y al Tate Núñez y Naím Real a las palmas para jalear las alegrías, ¿qué más se puede pedir si además ese cante estaba dedicado a un amigo al que se llevó la pandemia?

Por malagueñas y después por cantes de trilla con letra dedicada a las fatiguitas de los trabajadores del campo, con la trilla a pleno sol. Algo que ya no se ve, pero se recuerda.

Ezequiel Benítez. Copyright de Tomás Ortiz.

Muy al estilo jerezano se fue por fandangos y bulerías, animando al respetable a ponerse a bailar. Parecía que más entrega no podía darse, pero hete aquí que levanta su humanidad de la silla para cantar a capella y marcar pasitos de baile…  al ritmo de palmas y ooooles.

Os he dado mi corazón y me voy contento de aquí. A ver, ¿quién se resiste?

La gran Mayte.

Volvió a La Unión la gran Mayte Martín, ganadora de la Lámpara Minera 1987, con ese “Flamenco íntimo” que ya ha recorrido varios escenarios. Un concierto dedicado a la memoria del legado de grandes maestros, al flamenco tradicional y cantes populares.

Mayte Martín

La también Medalla de Oro de las Artes 2021, empezó con cantes de esta tierra minera, como tiene que ser.  Por taranta y por minera, recordando a Fernando de Triana y a Encarnación Fernández, quién por cierto, no pasa día por ella, sigue irradiando su belleza humilde y generosa, siendo la más grande representante de los cantes mineros en ejercicio. Puso fin al bloque  minero por una cartagenera del recordado Rojo el Alpargatero. Las letras respectivamente de la taranta “Eres hermosa”, la minera “Tan fuerte su voladura” y la cartagenera “Fueron los firmes puntales”.

Luego su voz prodigiosa fue desgranando las malagueñas del Pena y Jacinto Almadén; siguió por clásicos, sacando del olvido letras por soleá, seguiriya, -emocionando al respetable al escuchar la seguiriya a una catalana de pura cepa-,  para seguir luego por tientos y tangos.

Flamenco íntimo

Volvió a poner el broche de oro a este concierto a compás de bulerías con el “Romance de la Reina Mercedes”,  que este público de La Unión como otros públicos en otros escenarios anteriores coreó emocionadamente.

Noche para la memoria, noche de nostalgias y de olvidos traídos al presente, algo que gusta sin remedio, porque los convierte en la propia memoria de la mayoría del público, haciendo rebosar sus corazones.


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