De vuelta a casa

Cada cual en su momento, en su hora, con su cara, con su corazón. Esa es la verdadera vida.

Basta de máscaras y mascarada.

No, no hay que ser participe en ninguna cosa. Seguir siendo quienes somos, la individualidad nos salva, nos hace perdurar.

Cada uno con su vida, con sus historias.

Si dejamos de ser quienes somos, seremos nada.

Nadie debe dejar de ser por otro; no importa que no tengas, si estás bien contigo estarás bien con el mundo.

El mundo eres tú, soy yo, somos todos, el mundo es cada uno de nosotros con sus particularidades, individualidades, autenticidades, eso es lo que hace la diferencia, la variedad y el colorido de la vida, la diversidad tan necesaria.

La raza humana perdiendo la sensibilidad, la solidaridad, el entendimiento, indispensables para comprender que ahora no deben existir ni odios ni profundas diferencias.

Somos humanos en un planeta herido de muerte, agonizante por los despilfarros, por la falta de empatía colectiva.

Serán muchos los países que caigan en la espiral de la crisis en que hoy vivimos. Serán muchas las personas que necesitarán protección y ayuda.

No hay tiempo que perder, no tenemos otra vida.

 

Descubre más desde LA AGENCIA MUNDIAL DE PRENSA

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Un comentario en “De vuelta a casa

Replica a Niurka Calero Cancelar la respuesta