LA DESGRACIA JOVEN (I)
Bonita, alta, rubia, de soñadores ojos claros y un talante natural de delicadeza y distinción, pasó demasiado brevemente por el tango: una ráfaga de fresca belleza. Murió a un par de meses de cumplir treinta años. Continúa leyendo LA DESGRACIA JOVEN (I)
