EL REY DEL COMPÁS
Pocos músicos de tango fueron, a lo largo de su vida y porteño de pura cepa, tan amigables con Montevideo, adonde llegaban con la frecuencia de un visitador médico, como aquel flaco encorvado, narigón, ojeroso, suerte de saco de nervios y amante fiel de la ruleta del Casino Carrasco. Continúa leyendo EL REY DEL COMPÁS
