COLOMBIA: VIVE EL PERIODO ELECTORAL MAS VIOLENTO CONTRA LA PRENSA

COLOMBIA: IS IT LIVING THE MOST VIOLENT ELECTORAL PERIOD AGAINST THE PRESS

Desafortunadamente en Colombia según diversos estudios, arrojan que en los primeros cinco meses del presente año se ha registrado un aumento del 59% de amenazas contra medios y periodistas en comparación con el pasado periodo electoral del 2018.

Unfortunately, in Colombia, according to various studies, they show that in the first five months of this year there has been a 59% increase in threats against the media and journalists compared to the last electoral period of 2018.

La Fundación para La Libertad de prensa (FLIP) afirma que el pasado 5 de mayo lamentablemente 15 medios de comunicación anunciaron su salida del aire por haber recibido amenazas de muerte de parte de integrantes del Clan del Golfo durante el paro armado que decretaron ese mismo día. Así mismo, cuatro meses antes, un «coche bomba» fue activado en Saravena, Arauca, y como consecuencia las sedes de dos medios de comunicación sufrieron daños estructurales. Durante los días siguientes a estos hechos, 16 periodistas del departamento recibieron amenazas. Hechos que impactan de sobre manera directamente en la ciudadanía que deja de recibir información sobre lo que sucede.

The Foundation for Freedom of the Press (FLIP) affirms that on May 5, unfortunately, 15 media outlets announced their removal from the air for having received death threats from members of the Clan del Golfo during the armed strike that they decreed that same day. In addition, four months earlier, a «car bomb» was activated in Saravena, Arauca, and as a consequence the headquarters of two media outlets suffered structural damage. During the days following these events, 16 journalists from the department received threats. Events that have a direct impact on citizens who stop receiving information about what is happening.

A continuación la FLIP adjunta Balance en versión PDF / Below is the attached FLIP Balance in PDF version https://flip.org.co/images/FLIP_documento-Balance-cuatrimestral_2022.pdf

Desde el 1º de enero al 20 de mayo del 2022, la FLIP registró que 97 medios y periodistas fueron amenazados. Es decir, en promedio un/a reportero ha sido amenazado cada día y medio. En este mismo periodo en 2018, las últimas elecciones presidenciales, la FLIP registró 61 víctimas de amenazas.

From January 1 to May 20, 2022, FLIP recorded that 97 media outlets and journalists were threatened. In other words, on average a reporter has been threatened every day and a half. In this same period in 2018, the last presidential elections, FLIP registered 61 victims of threats.

Quienes amenazan a los/as periodistas suelen exigir que eliminen algún contenido o que dejen de cubrir e investigar algún tema en particular. En ciertos casos también se les ha demandado que publiquen información de grupos armados ilegales como panfletos. En otros casos, les ordenan que salgan del municipio en donde residen y laboran. En lo que va del año, seis amenazas han derivado en desplazamientos forzados y exilios. 

Those who threaten journalists often demand that they remove content or stop covering and investigating a particular topic. In certain cases they have also been asked to publish information on illegal armed groups as pamphlets. In other cases, they are ordered to leave the municipality where they live and work. So far this year, six threats have led to forced displacement and exile.

Los medios en los que trabajan los/as periodistas que han sido amenazados son 37 medios digitales, de los cuales 30 son emisoras y cadenas radiales (17 de estas emisoras comunitarias), 10 medios televisivos y 5 medios impresos y las ciudades en donde sucedieron estas amenazas a los periodistas son: Medellín, Arauca ciudad, Barranquilla, Bogotá, Cartagena, Tunja, Florencia, Quibdó, San José del Guaviare, Neiva, Santa Marta, Villavicencio, Pasto, Pereira, Barrancabermeja, Cali, Buenaventura.

The media in which the journalists who have been threatened work are 37 digital media, of which 30 are radio stations and networks (17 of these community stations), 10 television media and 5 print media, and the cities where these occurred. threats to journalists are: Medellín, Arauca city, Barranquilla, Bogotá, Cartagena, Tunja, Florencia, Quibdó, San José del Guaviare, Neiva, Santa Marta, Villavicencio, Pasto, Pereira, Barrancabermeja, Cali, Buenaventura.

Arauca y Bajo Cauca, las regiones más peligrosas / Arauca and Bajo Cauca, the most dangerous regions

En el departamento de Arauca se presentaron 16 amenazas en los municipios de Arauca, Arauquita y Saravena. En Antioquia, se presentaron 9 casos, principalmente en Medellín y la región del Bajo Cauca antioqueño. Además, en Bogotá hubo 15 amenazas. 

In the department of Arauca, 16 threats were presented in the municipalities of Arauca, Arauquita and Saravena. In Antioquia, there were 9 cases, mainly in Medellín and the Bajo Cauca region of Antioquia. In addition, in Bogotá there were 15 threats.

Algunos de los municipios afectados tienen además una baja oferta de medios locales, por lo tanto, con que tan solo un medio sea intimidado basta para que se produzca una reacción en cadena y otros medios se atemoricen y se vean obligados a autocensurarse, lo que trae como resultado el silencio informativo, que en zonas de conflicto o con problemas de orden público puede ser devastador tanto para la prensa como para la ciudadanía. 

Some of the affected municipalities also have a low supply of local media, therefore, just one outlet being intimidated is enough for a chain reaction to occur and other outlets to be frightened and forced to self-censor, which results in informational silence, which in conflict zones or with public order problems can be devastating for both the press and the citizenry.

La mayoría de las amenazas son realizadas por desconocidos (49 casos), grupos armados (25 casos) y particulares (7 casos). Cuando no se conoce la identidad de quien amenaza, no es posible identificar si este hace parte de algún grupo armado, una banda criminal o si es un particular. Por eso, en estos casos es más difícil desactivar el riesgo de la víctima, pues al no poder identificar al autor, también se desconoce cuál puede ser su capacidad de daño.

Most of the threats are made by unknown persons (49 cases), armed groups (25 cases) and individuals (7 cases). When the identity of the person who threatens is not known, it is not possible to identify if he is part of an armed group, a criminal gang or if he is an individual. For this reason, in these cases it is more difficult to deactivate the risk of the victim, because by not being able to identify the perpetrator, it is also unknown what his capacity for damage may be.

Durante el paro armado de mayo véase: During the armed strike in May, see: https://flip.org.co/index.php/es/informacion/pronunciamientos/item/2904-15-medios-silenciados-por-el-paro-armado-en-antioquia-y-cordoba El Clan del Golfo (grupo ilegal) amenazó a dos emisoras comunitarias del Bajo Cauca antioqueño para que le publicaran un panfleto, ante los hechos y como reacción 6 radios comunitarias decidieron salir del aire los 4 días que duró el paro. En Córdoba además ese grupo armado exigió que se apagara la planta transmisora que servía a seis emisoras, y en el Urabá dos periodistas fueron hostigados por hombres armados que dispararon al aire para intimidarlos y obligarlos a dejar de grabar.

The Clan del Golfo (illegal group) threatened two community radio stations in Bajo Cauca Antioquia to publish a pamphlet, in response to the events and as a reaction, 6 community radio stations decided to go off the air the 4 days that the strike took place. In Córdoba, this armed group also demanded that the transmission plant that served six stations be shut down, and in Urabá two journalists were harassed by armed men who fired into the air to intimidate them and force them to stop recording.

Otro caso de censura por parte de grupos armados ocurrió el 9 de mayo, cuando la periodista Salud Hernández fue hostigada, retenida, intimidada y obligada a abandonar Betulia y La Toma, en Cauca, donde realizaba su trabajo como reportera sobre la situación de seguridad. Hernández informó así mismo a la FLIP que primero fue detenida por personas que se identificaron como integrantes de las disidencias de las FARC y luego fue seguida y hostigada por personas que se identificaron como integrantes del Consejo Comunitario. En ambas situaciones la periodista tuvo que abandonar su la labor periodística que se encontraba realizando.

Another case of censorship by armed groups occurred on May 9, when the journalist Salud Hernández was harassed, detained, intimidated and forced to leave Betulia and La Toma, in Cauca, where she was working as a reporter on the security situation. Hernández also informed FLIP that she was first detained by people who identified themselves as members of the FARC dissidents and then was followed and harassed by people who identified themselves as members of the Community Council. In both situations, the journalist had to abandon her journalistic work that she was carrying out.

¿Pero qué investigan los/as periodistas que tanto incomoda a estos grupos o particulares, para que sean amenazados? / But what do journalists investigate that bothers these groups or individuals so much that they are threatened?

En 37 casos, las amenazas estarían relacionadas con:

In 37 cases, the threats would be related to:

  • El cubrimiento del conflicto armado. Al parecer, en territorios en los que hay enfrentamientos con grupos armados es más riesgoso hablar de temas que afectan los intereses de personas que tienen un poder económico, social, político e, incluso, militar. The coverage of the armed conflict. Apparently, in territories where there are clashes with armed groups, it is riskier to talk about issues that affect the interests of people who have economic, social, political and even military power.
  • La Corrupción, el segundo tema que investigan quienes han sido amenazados, en total se registró 11 casos. Corruption, the second topic investigated by those who have been threatened, registered a total of 11 cases.
  • Seguridad (9 casos) Security (9 cases)
  • Elecciones (9 casos) Elections (9 cases)
  • Manifestaciones sociales (5 casos). Social manifestations (5 cases).

Este panorama de violencia que se vive en Colombia contra la prensa se agrava al parecer por la falta de respuesta estatal, rechazo público y procuración de justicia. This panorama of violence that exists in Colombia against the press is apparently aggravated by the lack of state response, public rejection and prosecution of justice.

El Estado, a nivel nacional, departamental y local, no se ha enfocado en atender las necesidades y riesgos de la prensa. Por ejemplo, no se ha evidenciado una atención priorizada para activar rutas de protección a periodistas que son víctimas de amenazas. En el caso puntual de Arauca, según la información que tiene la FLIP, la Unidad Nacional de Protección no atendió por trámite de emergencia a los periodistas amenazados que solicitaron protección a pesar de la suficiente evidencia que existe sobre el riesgo y la necesidad de atender a esta población de manera prioritaria.

The State, at the national, departmental and local levels, has not focused on addressing the needs and risks of the press. For example, there has been no evidence of prioritized attention to activate protection routes for journalists who are victims of threats. In the specific case of Arauca, according to the information available to FLIP, the National Protection Unit did not respond to the threatened journalists who requested protection through an emergency procedure, despite sufficient evidence regarding the risk and the need to respond to them. this population as a priority.

En el transcurso de este año 2022, la FLIP ha remitido a Fiscalía 12 casos de amenazas, de los que aún no se conocen avances significativos en la investigación, generando una pérdida de confianza de los/as periodistas víctimas, quienes prefieren callar para no denunciar, tal como se manifiesta en los siguientes testimonios:

In the course of this year 2022, FLIP has sent 12 cases of threats to the Prosecutor’s Office, of which no significant progress is yet known in the investigation, generating a loss of confidence of the victim journalists, who prefer to remain silent in order not to report , as manifested in the following testimonials:

“La respuesta del Estado ante mi situación de seguridad ha sido supremamente lenta. Las denuncias se hicieron finalizando el mes de enero y hasta el momento ni la solicitud que hizo la Fiscalía, la Defensoría, personerías, organizaciones de derechos humanos, todos solicitaron las activación de medidas urgentes para mi caso y hasta la fecha [la UNP] no ha tramitado el caso con la urgencia que merece. No hay ningún interés por parte del gobierno para protegernos a los periodistas, es una cuestión de abandono, de olvido y de desidia”, periodista amenazado de Arauca.

“The State’s response to my security situation has been extremely slow. The complaints were made at the end of January and so far not even the request made by the Prosecutor’s Office, the Ombudsman’s Office, representatives, human rights organizations, all of them requested the activation of urgent measures for my case and to date [the UNP] has not has processed the case with the urgency it deserves. There is no interest on the part of the government to protect us journalists, it is a matter of abandonment, forgetfulness and apathy”, threatened journalist from Arauca.

“La respuesta del gobierno es llegar tarde a las zonas de conflicto. No estar en los lugares que deberían, es decir, las zonas apartadas, que es donde se generan más temas de comunicación. En las zonas urbanas la fuerza pública estuvo los últimos dos días del paro. ¿Y qué hacer? Ha quedado demostrado que en las zonas rurales los grupos ilegales tienen más poder que las fuerzas del Estado. Y a los medios nos toca arriesgarnos para poder informar, porque si no lo hago, no tengo trabajo”, periodista amenazado durante el paro armado del Clan del Golfo.

“The government’s response is to arrive late to the conflict zones. Not being in the places they should be, that is, the remote areas, which is where more communication issues are generated. In urban areas the public force was the last two days of the strike. And what to do? It has been shown that in rural areas illegal groups have more power than state forces. And it’s up to the media to take risks to be able to report, because if I don’t, I won’t have a job”, a journalist threatened during the Clan del Golfo’s armed strike.

“No hubo ninguna respuesta ni respaldo gubernamental exigiendo respeto por los periodistas que investigamos el operativo militar en Putumayo, a pesar de que dentro de las personas que nos estigmatizaron hubo un candidato presidencial y varias figuras públicas. En general, creo que cuando hemos vivido episodios de violencia o intentos de censura a la prensa la respuesta del Estado es bastante pobre, porque se limitan a recordar las instancias de denuncia a las que podríamos acceder pero no hay pronunciamientos públicos en los que se exija respeto por ese mandato constitucional que nos cobija como periodistas”, periodista hostigada luego de investigar el operativo del Ejército en Putumayo.

“There was no response or government support demanding respect for the journalists who investigated the military operation in Putumayo, despite the fact that among the people who stigmatized us there was a presidential candidate and several public figures. In general, I think that when we have experienced episodes of violence or attempts to censor the press, the State’s response is quite poor, because they limit themselves to remembering the instances of denunciation that we could access but there are no public pronouncements in which it is demanded respect for that constitutional mandate that shelters us as journalists”, journalist harassed after investigating the Army operation in Putumayo.

El clima para ejercer el periodismo lamentablemente se viene deteriorando por este aumento de las amenazas contra reporteros y reporteras, y se agudiza por un clima persistente de descrédito, muchas veces coordinado, que ha operado contra periodistas y medios especialmente en redes sociales durante la campaña electoral. A pesar de la gravedad de estos casos no ha habido un respaldo público a la labor de la prensa en momentos donde es crucial. 

Unfortunately, the climate for practicing journalism is deteriorating due to this increase in threats against male and female reporters, and is exacerbated by a persistent climate of discredit, often coordinated, that has operated against journalists and media outlets, especially on social media during the electoral campaign. Despite the seriousness of these cases, there has been no public support for the work of the press at a time when it is crucial.

El gobierno de Iván Duque no ha rechazado este tipo de ataques pero tampoco ha adoptado alguna acción de contingencia. Otras figuras públicas, incluidos candidatos presidenciales, han generado un ambiente de permisividad y de hostilidad en contra de diferentes periodistas. Por ejemplo, el equipo que cubrió el operativo del Ejército en Alto Remanso, Putumayo, fue objeto de mensajes estigmatizantes por parte de diferentes figuras públicas. Posteriormente, los periodistas recibieron amenazas y mensajes de hostigamiento en las redes sociales lo que desencadena un escenario de permisividad en el que los agresores no se judicializan y tienen libertad para continuar hostigando. 

The government of Iván Duque has not rejected this type of attack but has not adopted any contingency action either. Other public figures, including presidential candidates, have generated an atmosphere of permissiveness and hostility against different journalists. For example, the team that covered the Army operation in Alto Remanso, Putumayo, was the subject of stigmatizing messages from different public figures. Subsequently, the journalists received threats and harassing messages on social networks, which triggered a scenario of permissiveness in which the aggressors are not prosecuted and are free to continue harassing.

Frente a esta escalada de ataques contra la prensa, la FLIP insta a las autoridades a intensificar las medidas de protección para garantizar el trabajo de los/as periodistas haciendo un llamado para que el próximo gobierno incluya esta situación en su hoja de ruta como una de sus acciones prioritarias.

Faced with this escalation of attacks against the press, FLIP urges the authorities to intensify protection measures to guarantee the work of journalists, calling for the next government to include this situation in its road map as one of the their priority actions.


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Un comentario en “COLOMBIA: VIVE EL PERIODO ELECTORAL MAS VIOLENTO CONTRA LA PRENSA

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