Una de las razones para que el Ex Presidente Álvaro Uribe Velez, hubiera realizado un gobierno de seguridad y prosperidad democrática, tan admirable y reconocido universalmente, se debió, a que nunca permitió que, a la buena razón, la invadiera el miedo.

Su frase favorita de: trabajar, trabajar y trabajar, aliada espiritualmente y con absoluto​ convencimiento, que debía gobernar sin temores terrenales, pero si divinos, le añadió su determinante auto sentencia, que expresó de manera categórica:  primero me hago moler por mi país, antes que ver a mi patria, desbaratada por los enemigos. Son razones plenamente justificadas, para estar al frente de su amada Colombia, y defenderla todo el tiempo, hasta el día que Dios, le ordene transitar al otro mundo.

Ahí, esta consagrado todo su patriotismo y su índole de héroe. – Otros, en cambio, ante “la revolución de las angustias”, le piden a Dios, como seguro lo está implorando Duque, que cesen pronto las horribles noches, para disfrutar de una pensión presidencial, con chamba en el exterior. Lo cierto es que Duque, puso en ascuas a todo el país.  

Cosas buenas hace, con su política exterior, que al final le servirá también a él. Y su esmero por evitar los estragos de la pandemia, que hay que reconocerle. Un tanto sobre la reactivación económica, que tiene fuerza propia. Todos queremos producir y trabajar. Pero la inseguridad, lo opaca todo. – La gestión Duque, a unos les causó rebeldía, a otros, desilusión total, y en mi caso particular, ambos estados de ánimo, maltratados, con un ingrediente más, que presiento que se vomitó en la fuente que lo llevo al solio presidencial y eso además de ingratitud, podría convertirse en traición.

LOS CANDIDATOS A SUCEDERLO.

Los hay muy buenos, pero creo que, en el trasfondo, la mayoría de los varones pecan por el mismo mal de Duque, el miedo que invade la razón, lo que no le ocurre, a María Fernanda Cabal, ni a Paloma Valencia. Convencido, que para el momento histórico y de crisis, en Cabal concurren, la serenidad analítica, y la determinación doctrinal, el valor y los postulados firmes de la democracia, conoce los problemas del país, los vicio en las comunidades que directamente constató, por esa razón Cabal es la alternativa.

Duque gobernó con un porcentaje alto de Santistas, según dicen, algo más del 70 %, y entre los candidatos a sucederlo, que los hay buenos, están esos caballeros, que son agradecidos con Juan Manuel y le seguirán en cola como gratitud. Cada torero con su propia cuadrilla.  

El país necesita ahora, anti Santitas, y Peristas radicales. Cuando el país, haya asegurado su estabilidad económica, mediante la seguridad democrática, y los miserables de las FARC, hayan hecho su purgatorio ante la sana ley Republicana, no ante la JEP Santiana, entonces el país podrá volver hablar de paz a la luz de la ley, el orden, la equidad, la justicia y reparación. Antes, es rendirle honor a la impunidad.

Sengove.-